Hace unos meses empecé a investigar más a fondo qué es esto del copywriting. Y como no solo de investigaciones vive el hombre, me decidí a probarlo.
El copywriting es un tipo de escritura orientada a conseguir un objetivo. Éste suele ser una conversión que terminará en una venta; es decir, el copywriting consiste en escribir para vender. ¿Y en castellano? Escritura persuasiva. Es muy diferente del otro tipo de escritura que también me gusta hacer, como los relatos.
Las técnicas de copywriting ayudan a redactar teniendo en cuenta el objetivo del texto. La primera clave para ello es investigar quién es el receptor. Sin conocer a quién le hablamos, o más bien, escribimos, es muy difícil impactarle para que realice la acción que queremos.
Esta es una de las cosas que más destaca Maïder Tomasena, una de las mayores expertas en esto. En sus palabras, el copywriting se basa en estimular las emociones de los potenciales clientes. Y esta es la segunda clave, conocer cómo es el proceso de toma de decisiones en las personas.
¿Para qué empresas y profesionales necesitan saber un poco de copywriting?
Para tener más opciones de diferenciarse de la competencia, y sobre todo, de enganchar a su prospecto para que se transforme en un cliente, prescriptor o usuario fiel a su marca.
Escribir sus textos con orientación a la venta, o a la conversión de uno u otro objetivo, es importantísimo. No se trata de vender el producto en cada frase o en cada canal, sino motivarles a una acción. Existen muchos ejemplos donde se puede aplicar el copywriting:
- Una página de ventas de un infoproducto, para obtener clics en la llamada a la acción de compra o suscripción.
- Un email transaccional de una empresa B2B tradicional, para informar al cliente de la fecha de entrega y además generar confianza para que se sienta más seguro y decidido a repetir la compra.
- Un chatbot (en palabras de Jesús Charlán, uno de mis antigüos profesores, un software que interactúa con los humanos), para conseguir un compromiso firme y guiar al usuario hasta la compra (o engagement, como dicen los marketeros digitales).
En definitiva, es una oportunidad para que las empresas mejoren su comunicación. Y esta fue mi razón para aprender técnicas de copy.
¿Por dónde puedes empezar en copywriting?
Si has llegado hasta aquí, seguro que te apetece investigar más, como a mí me pasó. Un primer paso muy sencillo es probar el taller online de Maïder. En él, desgrana algunos secretos para empezar a conocer cómo la escritura persuasiva puede ayudarte, o a una empresa.
En lo que más me ayudó esta formación (por cierto, gratuita) fue en aplicar un método para escribir con orientación a un objetivo. La ventaja de conocer un método te ayudará, como a mí, a no temer al folio en blanco, y empezar a experimentar con tus textos. Y mejor aún, comprobar sus resultados.
También me resultó muy interesante aprender que se puede escribir con el objetivo de vender sin sonar desesperado por vender. Esto se consigue porque el copy tiene en cuenta aspectos muy básicos del comportamiento humano y de los procesos de toma de decisiones. Son cosas que probablemente ya sabemos o intuimos, y por eso ayuda mucho recordarlo con una formación estructurada y ejemplos reales que sí funcionan.
Otra de las cosas que me gusta de Maïder es su forma sencilla y directa de transmitir y compartir sus conocimientos. Seguro que al escucharla te contagiará su pasión por lo que hace.
Confieso que después de probar el taller, me apunté también a su formación «El ABC del Copywriting», que me ha permitido conocer y sobre todo practicar más. Otro día te cuento mi experiencia.