El momento es ahora.
Hoy y ahora.
Y el ahora es lo que eliges.
Cada día estamos expuestos a miles de impactos. La televisión, la prensa, y especialmente las redes sociales e Internet. Mientras por un lado nos abren un mundo de información, a veces en exceso, por otro puede ser una fuente de ahoras perdidos.
Porque elegir el ahora significa no ser esclavo de muros de contenido publicitario o simplemente inútil, o vidas medio irreales que se hacen infinitas con solo mover el pulgar. Elegir puede ser quedarse en el sofá, ir de tiendas o salir a andar. Elegir tu día a día se hace también de camino al trabajo, cuando abres el armario o cuando entras por la puerta del supermercado.
Elegir lo que te hace feliz parece que es vivir lo que otros viven, aunque no lo sea. O elegir perder los hoy y ahoras mirando imágenes que no aportan, textos que pretenden ser el hoy de otros o contenidos más publicitarios que honestos.
O elegir estar allí en lugar de aquí.
Será esto que tenemos las personas de que nos interesamos por los demás, los que conocemos y los que creemos que conocemos. Los que son conocidos y los que van a sitios que nos resultan conocidos. También los que hacen unas cosas que conocemos y los que hacen otras que nos encantaría conocer.
No todo va a ser malo. Inspirarse, recordar momentos, alegrarse por los de otros, encontrar información, aprender algo nuevo, saber de los nuestros, entretenernos…
Elegir bien el aquí y ahora; eso es lo que construye el futuro.
Ahí está la clave.