¿No te parece que ahora no eres nadie si no tienes una newsletter?
Nadie de provecho, me refiero. Que es entrar en Twitter y no paro de leer propuestas de suscripciones a newsletters por un lado, proyectos paralelos por otro y hasta vividores capaces de asentarse en una punta del planeta cada mes.
Tengo el Twitter que me merezco, está claro.
Pero reflexionando un poco, ¿qué es lo que tienen las newsletter que aún siendo viejunas siguen creciendo como setas? Empresas, emprendedores, profesionales de todo tipo… todos se apuntan a crear la suya propia.
Y con viejunas me refiero a que es una de las acciones de Marketing digital más maduras que podemos utilizar. Y además, el email Marketing es una de las tendencias de Marketing B2B para 2022.
Un poco de historia
A pesar de que el correo electrónico surgió en 1971 como un medio de comunicación interna entre los funcionarios del Departamento de Defensa de los EEUU, los hitos alrededor de Internet han conseguido que hoy más de la mitad de la población mundial tenga un buzón de correo en Internet.
El lanzamiento del primer ordenador personal en 1981, la popularización de Internet en los años 90, la aparición de Hotmail en 1996 y de Gmail en 2004 hasta el primer smartphone de la mano de Apple en 2007 han revolucionado la idea original de aquel primer email.
Con tantas personas conectadas a través del correo electrónico, tanto en el ámbito laboral como en el personal, las empresas no dudaron en aprovechar este nuevo canal de comunicación para lanzar sus mensajes. Es como enviar una carta al buzón de casa o la oficina, con entrada más directa y sin filtro.
Conseguir informar a los clientes y prospectos de forma sencilla, barata y muy ágil.
Del primer correo electrónico al primer email no deseado
Lo malo que tienen las newsletters es que la línea que las separa de ser correo no deseado es muy muy fina. Eso mismo fue lo que pasó con el primer mensaje de correo electrónico considerado Spam hace ya más de 40 años.
En 1978, un marketero de la época (Gary Thuerk, el llamado «padre del Spam«) entendió que era una buena idea enviar una invitación a la presentación de su producto a casi 400 usuarios de la red ARPANET (precursora de lo que hoy conocemos como World Wide Web, o la Web). Para hacerlo, consultó y seleccionó sus direcciones de correo electrónico en un directorio impreso y su jefe de producto las transcribió una a una al sistema de correo.
Consiguió dos cosas interesantes. La primera, vender sus ordenadores a los desarrolladores de ARPANET, y la segunda, molestar a muchos de los usuarios que habían recibido su invitación «indeseada». Bueno, también consiguió entrar en el Libro Guinness de los Records y ver su historia publicada en un libro.
Una newsletter firmada por tu empresa
Una empresa puede enviar diferentes tipos de newsletters con diferentes objetivos. Además de sus correos transaccionales.
Para ello, en su estrategia de email marketing definirá el contenido (creatividades, textos o llamadas a la acción), su forma y frecuencia de envío, según las necesidades de cada sector, B2B o B2C. Y más importante aún, segmentará su base de datos para encontrar aquellos suscriptores que más interés tengan en su contenido. Suscriptores, por cierto, que antes deben haber dado su permiso explícito y voluntario según el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD). Como ya señaló Seth Godin en 1999 en su libro Permission Marketing, debemos pedir permiso para que todo funcione bien.
El mayor riesgo de convertirse en spam, en mi opinión, lo tienen las empresas B2C, especialmente aquellas capaces de enviarnos hasta un par de emails al día con sus «irresistibles» ofertas y promociones.
Además de cansarnos de ellos, los usuarios pueden darse cuenta de que, si esperan un poco, conseguirán comprar siempre con algún descuento o promoción. Esto implica cierta desconfianza en el precio habitual del producto y en muchos casos alarga el plazo hasta la compra.
Pero no olvides que esto no trata de enviar información comercial y promociones. El verdadero valor del email marketing aparece cuando se integra en la estrategia de contenidos de la empresa como un canal donde ofrecer más valor a los usuarios.
Y esto nos da una pista de por qué están apareciendo tantas newsletters últimamente. Y de por qué es una estrategia muy viva. Contenidos útiles, interesantes, exclusivos…
Para las empresas, enviar una newsletter no quiere decir escribir un email y darle al botón de enviar. Necesitamos una estrategia de email marketing bien definida y planificada, ¿estás de acuerdo?
Creo que como primera aproximación al email marketing, está bien por hoy. Lo siguiente será cómo aplicar email marketing al sector B2B.
Seguiremos informando.