Hace un tiempo ya que no me pasaba por aquí, y es que los ratitos libres últimamente cada vez son más estrechos y la energía se va por otro lado. El lado bueno, el que nos toca ahora, y el que, a pesar del cansancio, nos pone sonrisa de tontorrones cada día.
Este año, los propósitos del nuevo curso (para los que nos gusta lo de pararnos a reflexionar en septiembre) se me han ido a octubre. Septiembre ha sido una locura en todos los ámbitos, aunque al final lo hemos cerrado celebrando una gran feria en Frankfurt, más de cuatro años después de la última.
Así que a estas alturas me veo pensando en cómo quiero plantear los próximos meses.
Sin embargo, la energía y las prioridades se van a orientar dentro de poco otra vez a estas otras nuevas cosas, aunque espero poder dedicar algún ratito a este espacio. Sea esta una declaración pública de intenciones.
Seguir estudiando e investigando algunos temas pendientes, que siempre los hay, de este nuestro querido Marketing.
En este tiempo, no he dejado de leer tampoco. Algunos libros diferentes a los habituales, como este sobre crianza, y algo en redes sociales, donde sigo descubriendo algunas joyas.
Qué leer cuando no puedes pararte a leer
Aunque no la sigo desde hace mucho, Itziar Oltra hace análisis de campañas de Marketing y publicidad que son una delicia. No os la podéis perder en alguno de sus perfiles de Instagram, dónde cuenta con más detalle sus «cositas de Marketing» cada día.
También Fernando de Córdoba. Habla de estrategia de marca y suele escribir hilos muy interesantes con buenas historias, además de participar en programas de radio. Tengo ganas también de su libro «Los secretos de las marcas», que tiene una pinta muy buena.
Del lado de los contenidos está Clara Ávila. Muy activa en Instagram con su nuevo espacio de formación sobre estrategia de contenidos, aunque también habla de temas más personales. La seguía hace tiempo gracias a su libro «Estrategias y Marketing de contenidos», después coincidimos en algún congreso, y siempre me ha parecido interesante lo que contaba.
Así que, entre unas cosas y otras, espero volver a encontrar esos buenos momentos para sacar el boli verde, ahora que llega el otoño.